Solo estoy entre lo oscuro Y el silencio recrudece El alma de un ser vencido Que en pie permanece La inercia del soldado Sin ejército pero bien armado Ante tan temible enemigo De la vida parte y testigo En mi mente se ahogan los gritos De los que conmigo lucharon Los portales se cierran, malditos Ignorando lo que prometieron La tormenta arrecia Y nada veo, se aprecia Una luz tenue Que a mis aliados reune Caídos todos, rendidos, Se amontonan ante las torchas Del infinito enemigo Que se apoderó de las horas Pero después del fin sigo Dando corte y estoque Llevando el escudo conmigo Honrando lo que Fui Y lo que quise Estoy pues, muy solo, Firme ante el olvido Me tengo prohibido Dar las armas sin más Pese a los demás, Que descansan Y pese a la derrota, Y al todo decidido, Permanezco Siempre permanezco Pues pienso, Estoy vivo.
Roto, Como el templo abandonado, Roto, Como el bastión del perdedor, Roto, Como el jarrón lanzado, Roto, Hastiado del dolor. Del cansancio interno, De la decepción, Del rencor extremo que corrompe mi corazón, Frustrado, Roto del alma y de razón, Roto, como rota es esta emoción. Roto, como el llanto del hospital Roto, como el terror fantasmal Roto, canto al precipicio abismal Y el error que me rodea crece Roto, como el origen del peor mal. Angustia, Me devora y la alegría mustia Se arrincona Astucia, es lo que tendría en lucha pero hoy He soltado a los perros del infierno Roto, como el Muerto sin Capucha. Roto, como el juguete viejo Roto, como el alumno necio Roto, como el ideal con precio Roto, como la súplica del recio Y es que en este mundo roto Mi reflejo sabe a poco Aunque por mí sabe a todo Y sólo es otro signo De que no soy digno Más que de estar roto. Y roto, me hundo en el abismo Roto, como el porqué de tu cinismo Roto, estoy tan roto y no...
El odio es como una venda a los ojos del corazón. Nubla toda consciencia y solo puede sentir, sin razonar. Y el corazón siente mucho.
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